A continuación os contamos la anécdota de cómo Paul Bocuse, considerado el mejor chef del siglo XX, se enamoró de un plato de patatas a la riojana. “Una receta así debe representar a España en el mundo entero porque es lo más sabroso que he probado en mi vida”, dijo.

Fundador e impulsor de la ‘nouvelle cuisine’, Paul Bocuse es considerado uno de los cocineros más relevantes de la historia. Su libro La cuisine du marché es uno de los trabajos gastronómicos más leídos y fue condecorado con la más alta distinción de la República Francesa: la Legión de Honor.

Pese a su nacionalidad francesa, Bocuse era un enamorado de los vinos Rioja. Por eso, cuando en 1979 una conocida bodega le llamó para elaborar el menú con el que celebrarían su centenario, el galo aceptó encantado.

Las crónicas de la época cuentan que el chef llegó desde Lyon con un camión frigorífico, un enorme horno de convección para su famosa sopa de trufas y hasta un congelador construido ‘ad hoc’ para sus sorbetes. Con la ayuda de su amigo, Juan Maria Arzak, Bocuse oficiaría uno de los banquetes más majestuosos que se recuerdan.

Sin embargo, unas horas antes del ágape, en la típica comida previa al servicio, Bocuse probó un plato que le enamoró por completo. “Son ustedes tontos porque esto está mucho mejor que lo que les voy a dar luego”, exclamó.  Ese plato no era otro que unas patatas a la riojana preparadas por Pilar Grandival, cocinero y nieta del primer peón de la bodega.  Tanto le gustó al chef la receta de Grandival  que dicen que repitió hasta en tres ocasiones.

Desde entonces, esta sencilla elaboración de nuestro recetario se convirtió en una de las favoritas del gran chef.