A todos los que amamos la Navidad, cuando llega el mes de diciembre nos gusta inundar nuestra casa de luces. Sin embargo, tener tanto espíritu navideño tiene una pega, y es que este mes nuestra factura de la luz sube como la espuma. Reducir el consumo de energía es posible gracias a estos sencillos consejos fáciles de aplicar.
Apuesta por bombillas eficientes
Elige bien a la hora de comprar las luces de Navidad. Optar por bombillas de tecnología LED de alta eficiencia en lugar de otras de peor calidad es una buena inversión a largo plazo. Sobre todo si van a estar encendidas durante mucho tiempo, las bombillas LED representan un 96% de ahorro energético.
Limita las horas encendidas
En muchas familias es habitual dejar el árbol encendido cuando se van a la cama o, incluso, cuando salen a la calle. Se trata de un error. Esta costumbre aumenta significativamente la factura de la luz. Si el árbol o el belén no van a ser admirados, lo mejor sin duda es apagarlos.
Velas complementarias
Las lucecitas que se encienden y que se apagan están muy bien pero no por ello debemos colocarlas en todas las estancias de la casa. Nuestra recomendación es complementar la iluminación navideña con velas, ya que se trata de un elemento decorativo cálido y acogedor ideal para esta época del año.
Elige decoraciones estáticas
Trenes mecánicos, reyes magos que se mueven, papá noeles que te saludan al entrar en casa… a veces el espíritu navideño se nos va de las manos. Todas estas decoraciones necesitan energía lo que supone un gasto extra innecesario. Además, en nuestra opinión, en ocasiones lo estático tiene más encanto.