Ya sea porque las abandonamos en vacaciones o por culpa de las altas temperaturas que tienen que soportar, nuestras queridas plantas del hogar sufren en verano más que en cualquier otra época del año. Te enseñamos algunos trucos para regar bien las plantas en verano y, además, ahorrar agua.

No es necesario más cantidad de agua
Que haga más calor  no quiere decir que las plantas necesitan más agua ni mucho menos. Abusando del agua solo se consigue que la tierra se encharque y que las raíces se pudran. Cabe señalar que es más fácil recuperar una planta en mal estado por falta que agua que por exceso.

El amanecer la mejor hora
Está demostrado que la mejor hora para regar las plantas es el amanecer porque es cuando se pone en marcha su actividad metabólica. Además, regando en este momento del día se ahorra agua, ya que la evaporación es mínima y las plantas aprovechan más la cantidad de agua recibida.

No mojar las hojas ni las flores
Por mucha que las veas mustias, nunca hay que mojar las hojas y las flores. Y muchísimo menos en verano, ya que los rayos solares al entrar en contacto con el agua quemarían la planta.

Distribuir bien el agua
Regar con mucha agua un único punto de la maceta es un auténtico desperdicio ya que la totalidad de la planta no absorberá todos los nutrientes que necesita. Por eso, lo recomendable es utilizar la cantidad justa de agua alrededor de toda la planta.

Usar tierra rica en arcilla
La tierra que utilices resulta fundamental para realizar un regado efectivo. Así, la tierra rica en minerales de arcilla tiene mejores propiedades porque retiene mejor el agua y de una manera más uniforme.

Aprovecha el agua de lluvia
El agua de lluvia es sin duda la mejor agua para regar las plantas. Aunque  en muchas partes de España las lluvias son escasas en verano, intenta aprovechar al máximo esas pocas gotas que caen del cielo. Coloca un balde en la terraza cada vez que vaya a llover y utiliza el agua acumulada para regar.

Y si nos vamos de vacaciones, ¿qué?
Si no tenemos a nadie que nos vaya a regar las plantas en nuestra ausencia, es fundamental instalar un sistema de autorriego efectivo. Un clásico es el truco de la botella. Consiste en realizar un agujero milimétrico en el tapón de la botella para que el agua caiga poco a poco. Posteriormente, la botella se coloca boca abajo para que la gota de agua moje la tierra de la maceta.

Si seguís estos útiles consejos este verano, además de presumir de plantas entre el vecindario, estaréis contribuyendo a la sostenibilidad del planeta.