Portátil, móvil, auriculares… Hoy día todos tenemos un buen puñado de aparatos tecnológicos en el hogar que pasan de mano en mano. Para que no se conviertan en un nido de bacterias es importante limpiarlos y desinfectarlos correctamente. A continuación, te enseñamos cómo.

Importante antes de empezar…
Los aparatos tecnológicos son muy sensibles. Por eso, para evitar sustos y que no se estropeen, es importante que antes de iniciar su limpieza los apagues y protejas sus ranuras y puertos de conexión.

Teclado del ordenador
Uno de los puntos críticos, ya que acumula fácilmente pelusas y migas de comida. Un estudio ha calculado que un teclado alberga 3.295 gérmenes superando por mucho la media del inodoro: 50. Para limpiarlo, le daremos la vuelta y dejaremos que caigan los restos más grandes. El resto de la suciedad la intentaremos atrapar pasando por las ranuras un post-it doblado con el pegamento hacia el exterior. La superficie la limpiaremos con la ayuda de una toallita o un paño.

Monitores
Tanto la de la televisión como la del ordenador son pantallas muy delicadas que si presionas con fuerza puedes llegar a quemar sus pixeles. La limpieza debe llevarse a cabo suavemente con la ayuda de una tela de microfibra seca. Si ves que algunas manchas se resisten, lo más recomendable es comprar un líquido especial para monitores. También puedes elaborar el tuyo propio combinando vinagre y agua destilada.

Teléfono móvil
Antes de nada debemos retirar la funda y lavarla con jabón y agua. Para limpiar su pantalla táctil no hay que utilizar bajo ningún concepto papel de cocina o similares, ya que dejarán pelitos. La mejor opción es pasarle un paño de microfibras previamente rociado con una mezcla de agua y alcohol isopropílico. Seca bien la funda y el móvil antes de volver a encender, no vaya a ser que algún resto de líquido lo deje inutilizable.

Auriculares
Los auriculares que introducimos en nuestras orejas y, que a veces incluso nos prestamos, son una fuente de gérmenes que pueden llegar a provocarnos infecciones de oídos. Por eso es importante mantenerlos escrupulosamente limpios y desinfectados. Dado su forma se recomienda utilizar un cepillo de dientes que llegue a todos los recovecos. Por último, no olvides pasarle un paño humedecido con alcohol a lo largo de los cables.