El colchón posiblemente sea el accesorio más importante del dormitorio. De él depende la calidad del sueño, lo que se traduce en una mayor energía y mejor humor a lo largo del día. Según la OCU, el colchón perfecto para cada persona depende de distintos factores. Esto es lo que tienes que tener en cuenta a la hora de elegir el tuyo.
Tu peso
Las personas más pesadas necesitan colchones firmes y con buena sujeción, ya que en los blandos tenderían ha hundirse. En cambio, las personas más delgadas necesitan colchones más ligeros que se adapten a su contorno y repartan mejor el peso.
En el caso de una pareja con pesos muy diferentes entre sí deberá apostar por colchones estables que absorban los movimientos o, incluso, de lechos independientes.
Tu altura
El colchón siempre debe ser al menos 10 cm más largo de lo que midas. En el caso de que se duerma en pareja, siempre hay que tomar como referencia a la persona más alta. Respecto el ancho, lo recomendable es entre 90 y 110 cm para los que duermen solos y entre 150 y 160 para las parejas.
Tu edad
El colchón debe cambiarse cada cierto tiempo y adaptarlo a cada etapa de la vida. Para ayudar las articulaciones y los huesos, los expertos recomiendan reducir la dureza del colchón conforme pasan los años. Los jóvenes, en general, necesitan colchones más firmes.
Tu forma de dormir
A las personas que duermen boca arriba les conviene un colchón duro que evite malas posturas a nivel cervical y lumbar. Las que duermen de lado necesitan un colchón de dureza intermedia que se adapte a la forma de sus caderas y hombros. Por último, el colchón blando está recomendado para los que duermen boca abajo, ya que evitará forzar la torsión en la columna.
Tus movimientos en la cama
A las personas que se mueven mucho y duermen en varios posturas a lo largo de la noche, se les recomienda un colchón firme, que no duro, que les permita moverse sin esfuerzo y se adapte a las diferentes posturas. Si prácticamente no te mueves, la dureza del colchón a elegir depende únicamente de la forma de dormir.
Por otro lado, a la hora de dormir en pareja, es importante que los cambios de postura de la otra persona no molesten. Para ello, los colchones viscoelásticos y muelles ensacados son los que mejor absorben el movimiento.
Tu calor corporal
En este caso también hay que prestar atención al material en el que está hecho el colchón. Los colchones de muelles ofrecen mayor transpirabilidad por lo que son los más recomendados para personas y entornos calurosos. Aquellos que habitualmente pasan frío en la cama deberán elegir colchones viscoelásticos o de látex que guardan mejor el calor.
Por último, es importante señalar que la vida útil de un colchón es de 8 a 10 años. Tanto fabricantes como fisioterapeutas recomiendan cambiarlos una vez transcurrido ese tiempo. Y es que a lo largo de los años, la calidad y efectividad de los colchones va reduciéndose hasta llegar a perjudicar nuestra espalda.