El horno es uno de los electrodomésticos de la cocina que más suciedad acumula. Por eso, su limpieza requiere cierto trabajo y constancia. A continuación, te enseñamos algunos métodos naturales que te ayudarán a obtener buenos resultados de limpieza fácilmente.
Con bicarbonato
Al utilizar este método, lo primero que tienes que hacer es mezclar media taza de bicarbonato con unas cucharadas de agua hasta formar una pasta. Después hay que cubrir con ella todo el interior del horno vacío y dejar reposar durante 12 horas.
Pasado ese tiempo, tienes que limpiar todo el bicarbonato seco que puedas con la ayuda de un paño de cocina húmedo. Tendrás que limpiar el paño con agua repetidas veces para asegurarte de que el horno quede bien limpio.
Con limón
Este método funciona porque el limón es un gran desengrasante natural. Para ello, coge una fuente de horno y exprime en ella el zumo de tres limones y añade 1/3 de agua. Coloca el recipiente en el horno durante 30 minutos a 120º. Después espera a que el horno se enfríe y frota la suciedad con la ayuda de un estropajo. Una vez retirada toda la suciedad seca el horno con un paño limpio.
Con vinagre
El vinagre también es una buena solución si queremos realizar una limpieza más profunda del horno. Para este método, coge una botella con spray y rellénala con tres partes de agua y una de vinagre. Después pulveriza las paredes del horno y deja actuar durante unos minutos. Finalmente aclara con un paño húmedo.
Con refresco de cola
Si lo que quieres limpiar es la rejilla del horno, un refresco de cola de cualquier marca del mercado te ayudará a dejarla como nueva. Para ello, solo tienes que sacar la rejilla del horno y ponerla a remojo en el refresco durante 15 minutos. Una vez pasado el tiempo, frota con un estropajo y verás cómo la suciedad desaparece sin apenas esfuerzo.