¿Percibes mal olor cuando abres el lavavajillas? Aunque es muy molesto, muchas veces lo pasamos por alto. Sin embargo, es una señal de que algo no funciona o que algo estamos haciendo mal. Te contamos cuáles pueden ser las causas y cómo solucionarlo.
Tu lavavajillas huele mal porque…
Acumula restos de comida
Si no enjuagas los platos antes de introducirlos en el electrodoméstico, seguramente los restos de comida se acumularán en la parte inferior, lo que inevitablemente atraerá a las bacterias responsables de los malos olores.
El filtro está sucio u obstruido
El filtro del lavavajillas es el responsable de colar la suciedad para que no pase por el desagüe y se atasque. Por eso, cuando está sucio u obstruido, el lavavajillas no funciona correctamente y, además, desprende mal olor. Para solucionarlo es fundamental realizar una limpieza del filtro cada tres meses.
Tiene moho
Si el lavavajillas permanece cerrado y húmedo durante mucho tiempo dará lugar a la aparición de moho en diferentes partes del electrodoméstico como las gomas de la puerta. Por eso, no está de más dejar el lavavajillas abierto después de su uso.
Consejos para que no vuelva ocurrir
- Enjuaga los platos y vasos antes de meterlos en el lavavajillas para que no entren los restos de comida.
- Otra opción es utilizar la función prelavado que tienen algunos lavavajillas.
- No dejes mucho tiempo la vajilla sucia dentro del lavavajillas.
- Cuando acabe el programa de limpieza, abre el lavavajillas y deja que la vajilla se seque por sí sola.
- Limpia frecuentemente el interior de la puerta y las paredes interiores con productos de limpieza.
- Revisa el filtro cada tres meses y comprueba que no está sucio ni obstruido.
- Cuando el mal olor sea muy intenso puedes introducir una taza de bicarbonato o vinagre en su interior y realizar un ciclo de lavado.
- También puedes colocar medio limón en las cestas superiores. Cámbialo cada dos o tres lavados.