Hoy os vamos a hablar de la moda del “brunch”, o lo que sería un desayuno tardío de toda la vida. Una de las características que hace que gusten tanto es que en ellos todo vale: huevos, cereales, embutidos, frutas, dulces, cocktails… Sin embargo, algunos platos se han puesto más de moda que otros. ¿Cuál de ellos no puede faltar en un brunch perfecto?
El porridge
Se trata de un plato de origen celta y su consumo está muy extendido en Reino Unido y Estados Unidos. La base del porridge es la avena mezclada con leche, agua o ambos a la vez. Simplemente se trata de calentar los copos en una cazuela a fuego lento durante unos diez minutos y añadir un poco de sal, hasta conseguir una especie de papilla. Una vez preparada la mezcla, podemos incluir los complementos que queramos: frutas, miel, yogur, frutos secos, mermelada… ¡da rienda suelta a tu imaginación!
Los huevos Benedict
Desde Estados Unidos llega este plato que, en gran medida, es el que escoge todo aquél que se sienta en un restaurante cool a hacer un brunch. La receta es simple: huevos escalfados, normalmente acompañados de jamón (por encima o por debajo) y un pan de molde o brioche similar al muffin inglés. ¡No puede faltar mucha salsa holandesa por encima para que se les pueda denominar huevos Benedict!
La granola
Consiste en una mezcla de nueces, copos de avena y otro tipo de ingredientes naturales mezclados con miel y horneados hasta el punto de que queden crujientes. El resultado es parecido a los cereales de desayuno de toda la vida. Además, se suelen acompañar de frutas naturales (frutos rojos, plátano, etc.), yogur o cualquier tipo de leche.
Pancakes o tortitas americanas
En español hay quien los conoce como panqueques. Su forma es plana y redonda y están elaborados con los siguientes ingredientes: leche, mantequilla, huevos, harina, levadura, azúcar, sal y algunas especias como la canela. En los brunch de moda es habitual servir varios pancakes en forma de torre y verter por encima chocolate, miel, nata o sirope.
Smoothies
Al tratarse de un desayuno, no puede faltar el café y la leche, pero también hay sitio para bebidas más sofisticadas. Ese es el caso de los smoothies. Se trata de un batido elaborado a base de zumo y trozos de fruta al que se le añade algún componente lácteo para darle cremosidad. Esa consistencia suave y untuosa es la que diferencia a los smoothies de los zumos de toda la vida. Los smoothies más de moda tienen vistosos colores y suelen servirse con mucho hielo.