Se acerca San Valentín, una fecha muy especial para la gran mayoría de enamorados y enamoradas. En este día es habitual que las parejas se hagan regalos mutuamente para demostrarse su amor. Nosotros, en cambio, proponemos ir más allá y preparar una velada especial que, sin necesidad de salir del hogar, se convierta en inolvidable para los dos. ¡Sigue nuestros consejos y celebra el Día de los Enamorados como nunca!
Efecto sorpresa
Una forma de hacer que la llama del amor no se apague, es mantener siempre la capacidad e ilusión por sorprender al otro. Aunque hayáis hablado entre los dos de celebrar este día de una forma especial, siempre debes guardarte algo para ti, un as en la manga con el que sepas que vas a sorprenderle.
Atmósfera adecuada
Creemos que no es necesario acudir a un restaurante caro para vivir una noche romántica. La intimidad del hogar es el lugar idóneo para celebrar este día en el que lo único importante sois vosotros dos, sin que nada ni nadie del exterior os distraiga. Música ambiente, velas o unas flores os ayudarán a convertir vuestro hogar en el sitio más romántico del mundo.
Hoy cocinamos juntos
Ya sabéis lo que dicen. Tanto a unos como a otros se nos conquista por el estómago. Por ello, San Valentín es un buen día para poner en práctica vuestras dotes culinarias. No importa que no tengáis experiencia o no se os den bien las ollas y los pucheros, lo importante es la intención. Si ninguno de los dos cocina especialmente bien, ayudaros mutuamente y veréis lo rápido que salta la chispa entre fogones.
Buena conversación
Esta noche es recomendable aparcar las conversaciones rutinarias como el trabajo o los problemas típicos del día a día. La cena de San Valentín es idónea para tener esas conversaciones más profundas e íntimas que, por el estrés diario, no soléis tener. También podéis aprovecharla para pensar en planes de futuro juntos como un viaje o una escapada de fin de semana.
El regalo
Como hemos dicho, no debemos entender San Valentín como sinónimo de regalo. Las demostraciones de cariño y los gestos románticos a lo largo de todo el día quizá sean más importantes. Aun así, no está de más sorprender a la otra persona con un detalle que no se espera. No tiene que ser especialmente caro. Lo importante es que se perciba que se ha hecho con cariño y pensando en la otra persona.
Dicho todo esto, aunque San Valentín solo se celebra una vez al año, vosotros tenéis la llave de que se alargue en el tiempo todo lo que queráis. El amor es algo que hay cuidar constantemente y cualquier día es bueno para realizar gestos de cariño, sorprender al otro, cocinar juntos, tener una conversación interesante o hacer un regalo. ¡Ojalá todos vuestros días sean San Valentín!