Limpiar las persianas es uno de los trabajos del hogar que más cuesta realizar. No obstante, hay que hacerlo de vez cuando porque cuánto más lo dejes todavía es más difícil. Te enseñamos a limpiarlas en función del material con el que están fabricadas y con seguridad.
Tipos de persianas:
De madera:
Normalmente suelen estar en el interior de las casas por lo que no adquieren tanta suciedad. Por ello, su limpieza solo requiere un limpiador jabonoso para madera y una bayeta. No se recomienda limpiarlas con agua, porque demasiada humedad puede dañarlas o deformarlas.
De tela
Aunque también son de interior, limpiarlas es un engorro. Aunque te puedes ayudar de la aspiradora para aspirarlas de vez en cuando, si quieres limpiarlas en profundidad tendrás que frotarlas con un paño de fibra bien escurrido. Aunque esté humedecido, no debe tener exceso de agua si no quieres teñirlas o incrustar la suciedad en el tejido.
De plástico:
Este tipo de persianas si suelen estar expuestas a la calle. Cuando hayan cogido mucha suciedad te recomendamos utilizar una mezcla de agua con vinagre o amoniaco y frotar tantas veces como sea necesario. Si tienes una vaporeto puedes ayudarte de ella.
De metal:
Después de quitar la suciedad más visible con un paño seco, la forma más eficaz de limpiar este tipo de persianas es con alcohol. Posteriormente, no olvides secar bien para dar el trabajo por terminado.
¡Seguridad ante todo!
¿A cuántas personas has visto limpiar la parte exterior de sus persianas con medio cuerpo fuera de la ventana? Esta técnica, además de poco efectiva, es muy peligrosa. A continuación te mostramos los pasos para limpiar por fuera persianas enrollables, las más comunes en los hogares españoles:
- Sube la persiana hasta arriba y abre la tapa del cajón en la que está instalada. En el interior verás la persiana enrollada con la parte que da a la calle mirando hacia ti.
- Según el material que sea la persiana mezcla en un cubo los productos de limpieza más adecuadas para ella.
- Vete desenrollando la persiana a medida que la vas limpiando. Una vez la hayas desenrollado por completo, la persiana estará limpia.