Octubre y noviembre son los meses por excelencia para consumir castañas. Ir a buscarlas en familia es uno de los planes típicos del otoño. De sabor delicioso, se trata de un fruto seco bastante especial y lleno de misterio. A continuación, te contamos algunas curiosidades sobre las castañas
Orígenes inciertos
La procedencia del castaño, el árbol que produce las castañas, no está claro. Se dice que su cultivo comenzó en Asia Menor y que fueron los romanos los que lo introdujeron al resto de países mediterráneos. Sin embargo, excavaciones recientes aseguran que ya existían semillas de castaño en el Mediterráneo mucho antes.
Contra mal de ojo
Sea como fuere, la castaña ha sido un fruto lleno de magia y misterio para muchas civilizaciones. De hecho, es la gran protagonista de la noche difuntos en diversas regiones de nuestro país. Tanto en la noche de los Finaos de Canarias, como en la Castanyada de Cataluña o el Magosto del norte de España, es típico reunirse en familia alrededor del fuego y asar castañas para recordar a los que no están. Así, las castañas también han sido utilizadas como protección contra el mal de ojo por nuestros antepasados.
Más parecido a un cereal
Aunque se trata de un fruto seco, su composición nutricional es más similar a la de un cereal. Su carne harinosa posee un 44% de hidratos de carbono y tan solo 1,25% de materia grasas y un 1,63% de proteína. Buena parte de esos hidratos son fibra, lo que hace que retrasen la absorción de azúcares libres.
Casi todo agua
El 52% de las castañas es agua. Por ello su contenido calórico es muy bajo. Eso sí, debemos tener en cuenta que si las consumimos asadas perderán gran parte de su agua.
Se pueden comer crudas
Aunque lo normal es tomarlas asadas, se pueden comer crudas. En ese estado, el fruto conserva su ácido fólico y todo el rango de vitaminas. En cualquier caso, se recomienda tomarlas con moderación dado que crudas resultan un tanto indigestas por su alto contenido en taninos.
En la alta cocina
Si hay un postre que enseguida vinculamos con la alta cocina, ese es el marrón glacé. Cómo no elaborado con castañas. Y es que desde siempre los grandes chefs han apreciado la castaña y la han utilizado para la realización de salsas, guarniciones, cremas, mermeladas, rellenos… No en vano, se trata de un producto que permite ser utilizado en innovadoras técnicas de cocinado.