Seguro que muchos ya estáis sudando más de la cuenta por la noche. Eso quiere decir que ya casi es verano y que toca cambiar el edredón y guardarlo correctamente. Te contamos cómo hacerlo en casa sea cual sea tu tipo de edredón.
Pasos previos
Antes de lavar el edredón en tu casa debes confirmar que la etiqueta así lo permita. En la mayoría de los casos es posible pero hay algunos nórdicos cuyos fabricantes recomiendan lavar en seco. Si no es el caso, adelante.
También es aconsejable comprobar que el edredón no tenga ningún roto o descosido por donde pueda entrar el agua, ya que posiblemente lo estropearíamos a la hora de lavarlo. Si percibes un agujeros tendrás que coserlo.
Por último, solo queda verificar que el edredón entra en la lavadora. En el caso de que no supere los 120 centímetros de ancho no debería haber problema. Si no es así, tendrás que lavarlo a mano en la bañera.
Si tu edredón es de algodón…
Dado que el detergente en polvo no se disuelve bien es recomendable usar detergente líquido para prendas delicadas. Igualmente utilizaremos el ciclo delicado de la lavadora a la hora de lavarlo. Una finalizado el programado de lavado resulta aconsejable enjuagar una vez más en la lavadora para que no queden restos de jabón. Sécalo al aire aprovechando los días de buen tiempo pero sin que le dé directamente el sol.
Si tu edredón es de plumas…
El proceso es prácticamente el mismo que con el algodón. No utilizaremos suavizantes ni detergentes abrasivos. Cuanto más delicados sean mejor. Una vez terminado el ciclo de lavado, es importante enjuagarlo al menos tres veces más para que no queden restos de jabón, ya que las plumas retienen más residuo que el algodón. Antes de sacarlo, hay que escurrirlo bien apretando suavemente hasta que se elimine el exceso de agua.
Cómo lavar el edredón en la bañera
Si el edredón no te ha entrado en la lavadora no te quedará más remedio que lavarlo en la bañera. El proceso es prácticamente el mismo pero, obviamente, requiere más esfuerzo.
Los pasos a seguir son los siguientes: Llenas la bañera de agua templada, diluyes bien el detergente suave e introduces el edredón. Posteriormente, remueve bien hasta que el edredón este completamente limpio. Aunque requiere esfuerzo, hazlo tranquilo y sin prisa.
Una vez lavado toca aclararlo. Para ello es necesario echarle agua varias veces por encima y escurrirlo bien apretándolo contra la base de la bañera. Para no hacer tanto esfuerzo es posible dejarlo hacinado en una esquina y dejar pasar el tiempo de modo que el agua acumulada se deposite en la base. Repítelo el escurrido todas las veces que puedas y así no tardará tanto en secarse.
Y ahora… a guardarlo
Guardar bien el edredón es importante para que no coja polvo y suciedad a lo largo del el verano. Una de las opciones más habituales es guardarlo en la misma bolsa que venía, si es que todavía la conserváis.
Sin embargo, la opción más cómoda es guardarlo en una bolsa de almacenaje al vacío. Disponibles en ferreterías, cuenta con una válvula que permite extraer todo el aire que hay en su interior. Gracias a este sistema, se reduce un 70% volumen lo que permitirá guardar el edredón en menos espacio.