Una alfombra es un elemento decorativo que aporta calidez y elegancia al hogar. Sin embargo, implica un mantenimiento diario que muchas veces obviamos. Proporcionar el debido cuidado a nuestras alfombras hará que duren más tiempo y en mejor estado. Os damos una serie de consejos para conseguirlo.

Aspira semanalmente
Si quieres que tu alfombra dure muchos años, tienes que limpiarla con asiduidad. Esté sucia o no, es obligatorio pasarle el aspirador al menos una vez por semana. De esta manera, se impide que el polvo se asiente en las fibras de la alfombra y la estropee.

Ante las manchas, actúa rápido
El mejor remedio anti-manchas es actuar con rapidez. Si tienes la mala suerte de que se te cae salsa o líquido sobre ella, lo primero que hay hacer es eliminar los restos con papel absorbente. Después tienes que limpiar minuciosamente desde el borde hacia el centro con la ayuda de una esponja no muy mojada. Finalmente, seca bien con la ayuda del secador.

Evita los zapatos
Para mantener tus alfombras en buen estado el mayor tiempo posible, hay que pisarlas lo mínimo posible con calzado de calle. Por eso, si de la puerta al cuarto tienes que pasar por encima de varias alfombras, acostúmbrate a quitarte los zapatos antes de entrar.

Elimina los malos olores
Uno de los defectos de las alfombras es que tienden a coger mal olor. El ingrediente más eficaz para neutralizar ese mal olor es el bicarbonato. Para conseguirlo, tan solo hay que espolvorear el bicarbonato sobre la alfombra y después retirarlo con la aspiradora.

Cuidado con el peso de los muebles.
El peso de los muebles desgasta y marca las alfombras, haciendo que parezcan más viejas de lo que son. La solución a este problema es simple: cada cierto tiempo gira la alfombra o cambia el mueble de lugar para que el desgaste no se produzca siempre en el mismo punto.

Reaviva el color
Es habitual que el sol y el desgaste se coman el color de las alfombras. Cuando ocurre eso, puede reavivarse el color con el siguiente truco casero: mezcla en un bol un puñado de sal gorda y agua hasta formar una pasta. Extiende la pasta sobre la alfombra y deja que se seque. Luego, frota con un cepillo para que actúe mejor y retira los restos con el aspirador.

Limpieza profesional
Anteriormente, ya hemos dicho lo importante que es la limpieza diaria para el cuidado de una alfombra. Pues igualmente importante es realizarle cada seis u ocho meses un lavado profesional con la ayuda de una máquina especializada. De esta manera, nos aseguramos que la fibra se refresca y se eliminan los microorganismos.