¿Cuántos de vosotros vais a incluir pulpo en vuestros menús navideños? Típico de las costas gallegas, el pulpo además de un manjar es uno de los animales más llamativos del mundo marino. Te contamos algunas curiosidades sobre él.
Es el invertebrado más inteligente
El pulpo es un animal que llama la atención de muchos biólogos por su memoria y capacidad de aprendizaje. Incluso son capaces de reconocer su posición con respecto al espacio en el que se encuentran. Esto les permite aprender del entorno.
Tiene tres corazones
Como está en constante movimiento, el pulpo necesita tres corazones para sobrevivir. Alojados en su cabeza, dos de sus corazones sirven para transportar la sangre sin oxígeno a las branquias y el tercero para bombear la sangre con oxígeno por todo el cuerpo.
Solo se reproduce una vez
A la hora de seleccionar a su pareja, los pulpos son muy selectivos y solo fecundan una vez en la vida. Una vez que ponen los huevos, es habitual que dejen de comer y que mueran.
Es un manjar de dioses
El uso del pulpo como alimento se remonta a muchos siglos atrás. Los griegos lo consideraban un manjar y, por eso, era uno de los platos elegidos para celebrar las ocasiones más especiales.
¿Pulpo a la gallega o Pulpo ‘a feira’?
Son las dos recetas de pulpo más conocidas de nuestra gastronomía. Aunque muchos las confunden, son platos diferentes. El pulpo á feira’ consta de pulpo cocido, sal gruesa, pimentón y aceite de oliva mientras que el pulpo a la gallega también contiene patata cocida.
Se sirve en plato de madera
Que habitualmente veamos el pulpo servido sobre un plato de madera no se debe a una cuestión estética. Este recipiente tradicional ayuda absorber el agua que suelta el pulpo y deja en la superficie el aceite de oliva.
La sal después
Además de meter y sacar el pulpo tres veces en el agua hirviendo antes de cocinarlo, es importante no echarle sal durante la cocción, ya que se endurecería. Por eso, los grandes expertos en pulpo añaden la sal gruesa una vez el pulpo está en el plato.