Llega un momento en que el desorden y la acumulación de cosas en casa se vuelve insostenible. Cuando nos decidimos y nos ponemos a ordenar nuestro caos llega la eterna duda: qué tirar. En ese momento, todo nos parece indispensable. Por eso, a continuación, queremos ayudarte a no darle tantas vueltas.
- La típica caja de cables: Todos tenemos esa caja; unos saben a qué pertenecen todos y cada uno de ellos; otros no tienen la más remota idea, pero les da miedo tirarlos por si en algún momento van a necesitar ese cable que jamás han utilizado. Quizás sea el momento de probarlos y tirar aquellos que no necesitamos, ¡que ocupan más espacio del que creemos! Quédate con los que usas a diario y los universales (HDMI, Jack to Jack…).
- La eterna batalla de los calcetines: Es la tarea que más pereza nos suele dar, ¡pero qué bien sienta cuando acabamos de emparejar nuestros calcetines! ¿Cuántas veces has cogido un par y uno de ellos (o ambos) estaban agujereados? ¡Ya va siendo hora de tirarlos y quedarte con los que están bien! Ya verás cuánto espacio ganas librándote de ellos.
- Regalos que no te gustan y, admítelo, no te gustarán: Miles y miles de regalos (cumpleaños, amigos invisibles, detalles de viajes) que nunca nos han gustado, pero nos ha dado “cosa” tirar. No nos preocupemos, quienes nos los hayan regalado no esperan volver a ver esos regalos. Así que, si no los quieres, tíralos o regálaselos a alguien que creas que le puedan gustar.
- DVDs, vinilos, VHS, casetes, libros: Este tema es un poco más delicado. Entendemos que no todos estéis a favor de este punto. Muchos los coleccionáis a conciencia. Los que simplemente los tenéis porque no encontráis el momento de revisarlos, tomaos un rato y seleccionad los que queréis conservar y los que no. ¡Ganaréis mucho espacio!
- Medicamentos: Un botiquín vintage no tiene ningún sentido. Así que, fíjate en la fecha de caducidad de las cajas de tus medicamentos que seguro que tienes muchas que ya no sirven. Y, aunque no lo parezca, ocupan mucho espacio en nuestro cajón o armario.
- Bisutería/bolsos/pañuelos: Otro clásico es el de acumular pendientes, collares o pulseras rotas o viejas. Lo mismo ocurre con los bolsos y los pañuelos: no hace falta tener uno para cada día del año. ¡Al final siempre usamos los dos de siempre!
- Toallas, sábanas y manteles: Podemos prescindir de muchos de los juegos que tenemos. Con tener dos o tres para ir remplazando mientras lavamos el que hemos usado durante la semana es más que suficiente. Deshazte de las toallas que ya han cogido olor, las sábanas viejas o los manteles con manchas que no se quitan.