En el desayuno, después del trabajo, una apacible tarde de domingo, al volver de fiesta a las tantas de la madrugada…  Cuando llega el invierno y las temperaturas bajan, cualquier momento es bueno para disfrutar de una taza de chocolate con churros. Pero ¿de dónde viene esta costumbre? A continuación, arrojamos algo de luz sobre el asunto.

Origen del churro
El churro es una masa elaborada con harina de trigo, agua, aceite y sal que se fríe en aceite. Una teoría muy extendida afirma que esta receta procede de China. No en vano, se sabe que desde el siglo II allí se consume en el desayuno una masa muy parecida llamada Youtiao. Muchos sostienen que la receta del Youtiao pudo llegar de Asia a Europa a través de las rutas comerciales.

No obstante, otra teoría opina que el churro fue un invento de los pastores nómadas españoles que pasaban la mayor parte de su tiempo en las montañas. Según esta teoría, la masa del churro fue ideada por los pastores para sustituir al pan fresco, ya que es fácil de producir y freír en una hoguera. De hecho, se dice que la denominación del churro es debido a que su forma se asemeja a la cornamenta de la oveja churra, una raza autóctona de Castilla y León.

Origen del chocolate a la taza
Mucho antes de que ningún español pisara el continente americano, aztecas y mayas ya bebían el chocolate, aunque de una forma muy diferente a nosotros, ya que lo combinaban con chile. En dichas culturas la bebida se utilizaba como reconstituyente porque era capaz de disminuir el cansancio y estimular las capacidades mentales.

Fue el famosísimo conquistador Hernán Cortés quien trajo la bebida a España. Posteriormente, las órdenes religiosas del momento se encargaron de adecuarla al gusto europeo combinándola con azúcar y canela. Aun así, era mucho más fuerte que el que conocemos hoy en día, ya que no se suavizaba con leche.

Sea como fuere, el chocolate fue popularizándose por toda España hasta llegar a ser considerada como la bebida nacional.

¿Cuándo se combinan los dos?
Desgraciadamente se desconoce el instante exacto en el que empezaron a combinarse estos dos manjares, pero tuvo que ser entre finales del siglo XIX y principios del XX.  Se piensa que fueron las ferias ambulantes que en aquel tiempo rondaban las ciudades las que popularizaron los churros entre la población, siendo motivo por el que muchos establecimientos de la época decidieran ofrecerlos a sus clientes. Que estos combinaran los churros con chocolate tiene su lógica, ya que como hemos dicho anteriormente, el chocolate era la bebida más popular del momento. Desde entonces, en todas las ciudades de España podemos encontrar churrerías y chocolaterías que mantienen intacta esta dulce tradición. ¿Qué churrería nos recomendáis vosotros?