Desde su humilde elaboración en las casas riojanas, el chorizo se ha convertido en una parte integral de la cultura y tradición de La Rioja. Su presentación en la Exposición Universal de París en 1878 fue un hito histórico, llevando su sabor y calidad a un escenario global y consolidando su prestigio como uno de los productos más representativos de la gastronomía española.

Los orígenes del chorizo riojano
Mucho antes de la llegada de la industrialización, el chorizo riojano era un tesoro culinario que se elaboraba de manera artesanal en los hogares de La Rioja. La matanza, que durante siglos fue un motivo de celebración, marcaba el inicio del proceso. Posteriormente, las buhardillas se transformaban en secaderos improvisados, donde el aire puro de la sierra, con su clima fresco y seco, permitía el secado perfecto de los chorizos, otorgándoles ese sabor inconfundible. Así, poco a poco, se fueron asentando las bases de lo que más tarde sería un producto apreciado en toda España y también en el extranjero.

Un sabor único con historia
Con su característico color intenso y sabor suave, el chorizo riojano ha conservado su esencia a lo largo de los siglos. Aunque nació como un producto artesanal, su fama creció, y con el desarrollo industrial en el siglo XIX, surgieron muchas empresas en La Rioja que se dedicaban a la producción de embutidos. Este espíritu emprendedor impulsó la expansión del chorizo riojano por toda España y más allá.

La Exposición Universal de París 1878
Uno de los momentos clave en la historia del chorizo riojano fue su inclusión en el catálogo de expositores de la provincia de Logroño para la Exposición Universal de París en 1878. La participación del chorizo riojano en este escenario internacional no solo lo consolidó como un producto de calidad, sino que lo posicionó como un símbolo del buen hacer y la tradición española.

Un producto protegido
El reconocimiento de su calidad y singularidad no se detuvo aquí. Desde 1990, el chorizo riojano cuenta con la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.), que garantiza que sigue elaborándose respetando los métodos tradicionales de la región y utilizando ingredientes de la más alta calidad.